Hace poco felicitaba a un primo, un amigo, un colega de carrera, por su graduación en
“…presentando el mito de Sísifo como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre moderno, que consume su vida en fábricas y oficinas sórdidas y deshumanizada […] Camus desarrolla la idea del "hombre absurdo", o con una "sensibilidad absurda". Es aquél que se muestra perpetuamente consciente de la completa inutilidad de su vida. Ésta, afirma, es la única alternativa aceptable al injustificable salto de fe que constituye la base de todas las religiones (e incluso del existencialismo, que por tanto Camus no aceptaba completamente). Aprovechándose de numerosas fuentes filosóficas y literarias, y particularmente de Dostoievski, Camus describe el progreso histórico de la conciencia del absurdo y concluye que Sísifo es el héroe absurdo definitivo…”[1]
A razón de esto y ya a portas de finalizar un año mas terraneo me veo orgullosamente obligado a decir que ha cabalidad he cumplido con el titulo de este blog, la critica de la absurda existencia y/o el devenir de vida sin sentido, sin un fin, esto sin animo de promover un suicidio colectivo, mas bien con el estimulo de despertar al letardo de esta temporada de Modernidad que ha venido triunfando representada en la estupidez como forma de vida. Gracias por leerme, gracias por motivar mi extremo pesimismo.
[1] Enciclopedia Wikipedia, Articulo El Mito del Sisifo, http://es.wikipedia.org/wiki/El_mito_de_S%C3%ADsifo Contenido disponible bajo los términos de